viernes, 30 de marzo de 2012

[REC]3 GÉNESIS: EL TITANIC ZOMBIE

Día de huelga general en España. Barcelona al borde del caos (quizás los hermanos Pastor podrían haber aprovechado para tirar algunos planos de The last days) y Paco Plaza, Leticia Dolera y un servidor quedamos para charlar y tomar algo en la ciudad condal. Con Paco y su Twitter a tope y Leticia recuperándose de todo el ajetreo de la semana iniciamos la conversación con temas demoníacos…

Paco: De las movidas satánicas siempre se coge el rollo cristiano y se le da la vuelta. El génesis como principio del final también nos funciona.

A la hora de abordar esta nueva entrega, y teniendo en su título la palabra génesis, ¿pensasteis en algún momento en centrar la película en la figura de la niña Medeiros o trasladar la historia a Portugal para descubrir el epicentro de todo?
P.: ¡Sí! Claro que se nos ocurrió. Cuando empezamos a leer en Internet que todo el mundo se planteaba a la niña Medeiros como génesis pensamos entonces en realizar un corto mudo y en blanco y negro, que saliera antes de la película, y contando la historia de la niña Medeiros, pero no me dejaron. Al final la historia estará plasmada en el cómic, eso sí. Si te fijas cuando la veas en papel verás que es completamente muda, es como yo hubiera rodado el principio de la película a través del corto. De esta manera me he quitado la espina de encima. Me mola mucho la idea de que ciertas preguntas de la saga se respondan en un cómic. Me parece muy guay.

¿Cómo ha surgido el cómic?
P.: Una propuesta de Hernán Migoya. Como sabe que a los dos nos gustan los cómics nos lo propuso. Barajamos ideas ¡y adelante! Hablamos primero de hacer una adaptación pero la adaptación de una peli al cómic lo veo un poco cojo, no acabo de entender que aporta al fan. Y como habíamos dejado cabos sueltos, los niños en el armario en [REC]2, el origen de la niña Medeiros, el tío Pepe Víctor de [REC]3 que le ha mordido un perro… pensamos entonces que estas historias estarían muy bien para el cómic. Son ideas y paridas de nosotros dos con guiones de Hernán. El universo paralelo de [REC]. ¡Y ya está a la venta!

Volviendo al cortometraje, ¿por dónde lo querías mover?
P.: La idea era haberlo rodado meses atrás y que se hubiese podido ver en el Sitges del año pasado. Mi idea era que [REC]3 Génesis fuera el corto y luego hacer [REC]3 la película.

Me parece una idea muy chula…
P.: Sí. Pero como todas las ideas chulas…
Leticia: Cuando salieron las primeras noticias de [REC]3 Génesis en algunos blogs se inventaban posibles sinopsis de la película y todas eran iguales y enfocadas hacia la niña Medeiros en Portugal. Hacer lo que todo el mundo decía en Internet no era una buena idea…
P.: Me parecía muy chulo poder hacer algo que nada tuviese que ver con las dos anteriores entregas. Yo, como fan, quizás me hubiese cansado de otra película de cámara en mano… Sería como estirar demasiado una idea. Siempre pensé en hacer una película muy distinta. Mira lo que nos ha pasado con todas las sagas de cine de terror: Viernes 13, Hellraiser, Halloween, etc. la sensación de estar estirando algo es muy incómoda. Lo importante esta vez era coger un modelo como Army of darkness. ¿Qué tiene que ver Army of darkness con Posesión infernal?

Hay cierto nexo y a su vez una lejanía.
P.: ¡Exacto! Pero también es otra película. Como por ejemplo las dos entregas de La matanza de Texas, aunque es un caso muy extremo. Era lo guay de la primera entrega de [REC]: la forma de romper una manera de hacer cine de género. Aunque heredamos de Deodato, de El proyecto de la bruja de Blair, de mogollón de influencias, en realidad el desafío era contar una película de terror de una forma poco habitual, al menos hasta ese momento. La concepción de la tercera entrega era hacer una especie de tren de la bruja. Una atracción de feria donde la película te coge por el cuello y te sacude: risas, sustos, emoción, terror… Lo que más me está gustando hasta el momento en las reacciones de la gente es que la película les emociona. Que la gente se implique con una historia de amor en una película de zombies, con mucho humor, es muy satisfactorio. Y mira que a veces el humor te puede distanciar…
L.: ¡Es el Titanic Zombie!

De alguna forma [REC] (2007) abre la veda del found footage.
P.: Cuando esto se convierte en algo tan habitual ya no rompe igual, no es aire fresco. ¿Qué hacemos? ¡Vamos a rodar una película como en los años ochenta!

¿No tienes miedo cuando abordas [REC]3 Génesis hacia el cine convencional?
P.: No. Para nada. Sin riesgo no consigues nada que valga la pena. Así que he intentando hacer lo que a mi me gustaría ver como fan en una película. La línea más directa al fracaso es la búsqueda del éxito. Intentar buscar algo que guste y agrade a todo el mundo es muy difícil. Nadie tiene una bola de cristal. Si Spielberg ha hecho películas que han ido mal, y es el más listo de todo el mundo, nadie sabe entonces que puede pasar. Las películas se tienen que hacer de la manera más honesta posible y yo como freak y asiduo al Sitges he acabado haciendo la película que un fan del horror quiere ver. Algo que rompa los esquemas y te ofrezca algo distinto. Para ir al cine a ver algo que ya te has imaginado en casa me quedo en mi hogar y veo las dos primeras en BluRay[risas].

Supongo que todo el film está rodado con cámara digital.
P.: Yo quería rodar en 35mm. pero no pudo ser. Aunque al final encontramos la manera de combinar la Alexa, que es una cámara digital, con lentes anamórficas. De alguna manera le da una textura a la imagen con esos desenfoques clásicos de Panavision. Un punto más cinematográfico.

¿Rodar en 35 mm no hubiese sido como traicionar a la saga?
P.: Al contrario, sería respetarla. La idea era reinventar y renovar. La característica básica en [REC], para mí, no es rodar con cámara en mano o en vídeo: es hacer una película de terror distinta, arriesgada y con cojones. Recuerdo cuando la gente vio la primera parte, me decía al principio que parecía un reportaje de bomberos, se quedaban desconcertados. Era una película que te desafiaba a través de ir viéndola. ¡Eso es [REC]! Mucho más allá de gritos, de mover la cámara, de subir escaleras... Si eso fuera [REC] me parecería una tontería. Lo guay de la primera es ese aire punk, de libertad, y que nunca va por donde uno se espera. Así que pienso que [REC]3 Génesis ¡es muy [REC] en este sentido! Respeta el espíritu y al espectador. No le timas para ver un refrito de algo que ya hemos hecho anteriormente.

¡Pienso que esta tercera entrega es más punk todavía![risas]
P.: Es muy gamberra.
L.: Muy macarra.
P.: Leticia, la entrevista es conmigo no debes contestar [risas].
L.: Yo estoy muy a gusto aquí [risas]. ¡Ahora voy a entrar! Una de las características de [REC] es esta: romper, sorprender y desafiar al espectador. También el sabor español y castizo con esos vecinos de la Rambla de Catalunya, los Mossos d’ Esquadra…
P.: “Suspiros de España”…
L.: En [REC]3 todo esto también está.

¡Ni tanto! Su apartado musical lo transmite: Australian Blonde, Tino Casal, el hit “Gavilán o paloma”…
P.: En todas las bodas la música es súper importante. Los novios siempre escogen música que les ha marcado en su vida. Yo quería hacer un homenaje al rock español, ha marcado mi vida: Loquillo, MClan, Los Ronaldos, Coque Malla, Los Piratas… grupos que siempre me han gustado; la época de Subterfuge, Killer Barbies, Australian Blonde, etc. En mi fantasía, el “Chup Chup” de Australian Blonde, era la canción que sonaba en el bar el día que Koldo (Diego Martín) y Clara (Leticia Dolera) se conocieron [risas]. Por eso la escogen para entrar.

¿Y “Gavilán o paloma”?
P.: ¡Maravillosa! [risas]. ¡Me da una épica brutal! Es una canción que tiene mucho de homenaje a Balagueró.

¿Por qué?
P.: Nosotros nos conocimos en Zaragoza en el año 1995 en un festival de cortometrajes, competíamos en su primera edición. Cuando salimos Jaume y yo por la noche concretamos: “Si gana uno de nosotros dos tiene que cantar algo en el escenario”. Ganó Jaume, no recuerdo si con Días sin luz o Alicia… creo que Días sin luz. Salió al escenario ¡y cantó “Gavilán o paloma” [risas]

¿Y cómo reaccionó el público?
P.: No entendían nada [risas]. Era como ¿perdona? Siempre ha sido una canción muy épica. Un homenaje. ¡Y aparte la canción me parece la ostia! Leticia en pleno éxtasis gritando con la canción de fondo es muy guapo. Yo rodé dicha escena ralentizada para hacer un momento video clip y cuando la probamos en la sala vimos que era la ostia. ¡Qué épica! “Amiga, hay que ver como es el amor” y Leticia con la sierra.

¿Cómo fue todo ese trabajo con la sierra? ¡Es memorable!
L.: ¡Mítico! Yo era feliz cada día. En las cavas estuvimos cuatro días, pero con la pelea uno. Rodamos muy rápido. Dos meses antes de empezar a rodar estuve preparándome físicamente con un preparador personal. Cuatro o cinco días a la semana hacía pesas y corría, también empecé a comer más. Tenía que coger fuerza para hacer tomas y tomas y no cansarme, y por otro lado cambiar mi complexión física, ¡tenía que ser creíble para el espectador! Que la gente pudiese creer que yo cogía la motosierra y mataba a todos los zombies que me atacaban. Yo soy de complexión más bien pequeña, frágil, y toda esta preparación fue vital para poder rodar y disfrutar. Teníamos tres sierras: una de verdad que pesaba ocho kilos; una que tenía motor, sacaba humo y daba vueltas pero que no era peligrosa, pesaba cinco kilos; y otra de hoja blanda, de seguridad y tan sólo de dos kilos, para cuando le doy en la cara a uno. La que más utilice era la de cinco kilos. Me moló mucho, ¡nunca en la vida me había sentido tan fuerte como en el rodaje de esas escenas! Me sentía como un huracán… profesional.

¿Qué tal esta primera incursión en el largo a las órdenes de Paco Plaza?
L.: ¡Buenísima! Yo ahora únicamente quiero rodar con Paco.

Paco, a ficharla para cada película que se avecine
L.: Paco es muy buen director. Tiene las cosas muy claras, domina la técnica y el tempo, el género lo lleva en la sangre, sabe poner la cámara y también le gusta el trabajo del actor, no ver sólo un plano bonito. Entiende que si se monta el plano bonito es para que a esas personas que hay en él les pasen cosas bonitas, de verdad, si no la magia no va a existir. En ese sentido te deja mucha libertad, te deja improvisar, pero no de improvisar y abondar sus tareas, siempre pendiente del actor para que no sienta solo. Es como ir a jugar y cuando uno juega, en el arte, puedes equivocarte y acertar. Saber que te puedes equivocar te da mucha más seguridad y libertad y hace que salgan buenas tomas. Es una cosa que he hablado con el resto de actores de la película y nos sentíamos así. Nuestro trabajo crecía gracias al director.

Ya que hablamos del rodaje, ¿cómo transcurrió la secuencia del salón?
P.: Muy guay, ¡pero menudo pollo! [risas]. El caos lo rodamos en un día. Era coordinar mucha gente corriendo, las cámaras… Tardamos muchas horas en montarlo. Luego hicimos tomas muy largas. Algo que me gusta mucho de la secuencia son todos los planos que hay de acción simultáneos. En cada plano de acción el espectador puede ver tres o cuatro niveles de acción por detrás: peleas, saltos, gente corriendo… Fotografiar todo esto es lo que hace que te lo creas. Ver que están pasando más cosas es algo muy importante para generar la realidad. Hasta encontrar donde colocar cada cosa era un proceso muy largo. Hicimos tres o cuatro tomas. Había mucha adrenalina.
L.: Era muy heavy estar en un salón con ciento cincuenta personas asustadas, gritando, tirándolo todo, gente caracterizada de zombies, otros pegándose, rompiéndose botellas en la cabeza, muy guay…

¿Mucha improvisación en esos instantes?
P.: Nada. Cero. Hubiese podido ser muy peligroso. Se rompían muchas cosas. Por ejemplo, cuando se rompía una mesa intentábamos que todos lo que estuvieran a dos metros fuesen especialistas. Nada de actores cerca. Esto es lo que costaba mucho: el Tetris de donde pasa cada cosa. Colocábamos la cámara y luego tocaba rellenar. Improvisar en un rodaje con tanta gente alrededor necesitas mucho tiempo.
L.: Cada vez que había que recomponer era mucho trabajo: poner otra vez las copas en la mesa, las mesas en su sitio…
P.: Estaba todo muy planificado para poder improvisar. A nivel de cámara y puesta en escena todo estaba muy preparando debido al poco tiempo que teníamos. Pero una vez montada la cámara y el plano aquí llegaba el momento y espacio para los actores.
L.: Antes de rodar algunas escenas, y con una Handycam, pudimos ensayar para que Paco pudiese seleccionar que le iba mejor a la película.
P.: Es un método que aprendí con un DVD de Robert Rodriguez Desperado: el story board en vídeo. Te vas al lugar de rodaje con los actores una semana antes y con una Handycam ruedas los planos. En casa lo montas, seleccionas los planos que te interesan y en el rodaje ruedas, únicamente, los planos que vas a montar. Y así vas a toda ostia. Es muy ágil.
L.: En la parte de la boda sí que hay mucho de improvisado. Habían varias cámaras, la de Atún, la del primo de Adrián, los iPhones de las damas de honor, y como todas grababan constantemente capturaban cosas todo el rato, algunas, lógicamente, improvisadas. Mi diálogo en la mesa, por ejemplo. Las damas empezaron a gritar que hable la novia, como en una boda normal. Te lo digo en serio pero todos sentíamos que estábamos en una boda de verdad. Había una identificación muy rápida, digo yo, debido a que todo el mundo ha estado alguna vez en una boda y todo el mundo entiende los códigos perfectamente. Me senté y pensé: “Esto no lo monta Paco ni de coña”. [risas]

¿Has tenido algún tipo de espejo, en cuanto a referencias, a la hora de confeccionar el personaje de Clara?
L.: Sí, tengo referentes. Por ejemplo Paco me dijo que revisara Kill Bill. Y eso me inspiró en el tono festivo y gamberro como mujer fuerte. También me inspiró mucho el perfil de Jodie Foster en La extraña que hay en ti. Un trabajo de mucha violencia física y corporal, terreno hacia donde yo quería llevar a Clara. Y además que Jodie también es pequeñita y podía identificarme con ella fácilmente. Luego Paco me dio una idea muy concreta y me dijo que me imaginara que era la Anna Karina del terror: Anna Karina de Godard en una película de zombies ¿Cómo sería? Y me transformé. Y, sobre todo, el defender el amor por un marido. Era una hembra que defiende a su familia.

¿Quizás ha sido el papel con mayores obstáculos de los que has interpretado hasta el momento?
L.: Creo que es papel más interesante y más completo. Me ha permitido transitar por más sitios. Un registro muy distinto al que habitualmente tengo. Pero de la mano de Paco nada me resulta difícil, nunca me siento sola. Los obstáculos se convierten en motivaciones

Y continuas con el cine de terror, ahora The last days de los hermanos Pastor. ¿Cómo se presenta?
L.: Es un papel corto, ¡pero allí estaré! Me hace mucha ilusión ver Barcelona destruida

¿La nueva Scream Queen española?
L.: ¡Me encantaría! Además pienso que la sangre me queda muy bien.

Recuperando el tema del rodaje, ¿habéis descartado mucho material?
L.: Había mucho material y muchas cosas han caído.
P.: De la primera parte muchísimo, del vídeo de la boda. Aquello podía haber  durado dos horas. Me molaría ver una versión extendida[risas].

Una de las cosas más acertadas es justamente su duración.
P.: Ochenta minutos. Pienso que en las películas cortas hay algo chulo y más cuando pides al espectador una implicación emocional fuerte. No hay que permitir que el espectador se aburra o desconecte. Si te fijas, en la película, todas las secuencias son muy cortas. Como si se trataran de sketch. Y siempre intentamos entrar en las secuencias de forma que te descoloque un poco, con la acción ya empezada, que nada empiece en la película, como por ejemplo el baile. Que el espectador se pueda situar rápidamente. Un poco a saco.

Con anterioridad has mencionado Army of darkness (Sam Raimi, 1992) como referencia, ¿hay otras?
P.: ¡Total! Hay dos películas que me recuerdan mucho a [REC]3: El fantasma del paraíso, de Brian De Palma, y Golpe en la pequeña China. Son dos películas de un extraño género. ¿Fantasía, humor, acción, amor? Es un poco todo. El fantasma del paraíso es un musical, luego terror, comedia… [REC]3 tiene mucho del cine de Sam Raimi pero concretamente con una manera de entenderlo muy festiva. Yo vi Braindead en Sitges en 1992, estaba allí, y eso ya no pasa. Recuerdo mucho aquel pase con la gente disfrutando viendo la película, el prólogo de aquel tío que le cortan la mano, ¡súper bestia! Esa concepción festiva era lo que yo quería reivindicar. Romper una lanza por estas películas. Estoy súper harto de los trailers tan largos, el Twitter de los cojones, Internet… Ya sabes todo sobre las películas sin haberlas visto: el tono que tienen, las sorpresas, sinopsis, momentos míticos…   

¿Qué tal realizar un [REC] sin Jaume?
P.: Muy bien. Ha sido como volver a la normalidad. A rodar películas solo como es normalmente. Lo de [REC] ha sido algo excepcional y muy chulo. Las dos primeras entregas permitían ese trabajo a dos bandas, las podíamos construir juntos. Aquí sería inviable, surgirían muchas cuestiones a la hora de abordar diferentes temas, como por ejemplo las ópticas. Eso sí, lo he echado de menos en la promoción, pero con Leti y Diego también está siendo muy chulo.

¿Qué tal estáis llevando los diferentes preestrenos de la película, París (Francia), Austin (EE.UU.), Madrid, Barcelona?
P.: Está siendo la ostia. Estrenar en el Grand Rex en París con cerca de dos mil personas fue muy bestia.
L.: También fue muy bonito en París ya que coincidimos con Bayona, Kike Maíllo, Enrique López-Lavigne, fue como vivirlo en comunión.
P.: A Austin fui solo. Tarde casi veinte horas en llegar y estuve allí nada. Un poco palo. Entrevistas y para casa. Las reacciones en general están siendo muy buenas. ¡Y mañana llega el día de la verdad!
L.: Se compró pósters en el Mondo.
P.: El de La Mosca y La fuente de la vida. Una película, esta última, que reivindico constantemente. Me flipa y es muy bonita.

¿Abandonas definitivamente la saga o te guardas algún cartucho en la recámara?
P.: ¡Abandono! [risas]
L.: Ojo que Clara guarda un secreto…
P.: De hecho tengo una idea de seguir por ahí, pero no creo que lo hagamos. Son ya muchos zombies. Creo que llevo unos seis años de mi vida hablando cada día de [REC].
L.: Yo creo que en vacaciones no.
P.: ¿Tú crees? Digamos cada semana. Está muy bien ya que estoy súper agradecido y es la película que me ha cambiado la vida. Me ha colocado en otro nivel como director, me ha puesto en contacto con gente súper interesante, un trampolín al que tengo mucho que agradecer. Pero no me voy a pasar la vida con esto.

¿Algún nuevo proyecto en mente?
P.: Maldito viernes. Me gustaría mucho y ya tengo el guión. No tengo claro la manera de hacerla y cuando, pero algo muy punk, con una Canon o una cámara de fotos…

miércoles, 21 de marzo de 2012

EXTRATERRESTRE (2012). NACHO VIGALONDO

Es de agradecer que Nacho Vigalondo, en su segunda película tras la brillante Los cronocrímenes (2007), continúe apostando, en cierto modo, por la ciencia ficción. Género que le concedió notables resultados con su opera prima y, poco a poco, asentándose en nuestro país, 3 Días (F. Javier Gutiérrez, 2008) o Eva (Kike Maíllo, 2011) son dos claros y excelentes ejemplos de un género que antaño vivió tiempos mejores: El sonido de la muerte (José Antonio Nieves Conde, 1965), El refugio del miedo (José Ulloa, 1974), Espectro - Más allá del fin del mundo (Manuel Esteba, 1978), La grieta (Juan Piquer Simón, 1990)…
Nacho, de vuelta a un film pequeño con pocos personajes y escasos escenarios, similar a su debut en el largo, vuelve a interrumpir en el panorama del fantástico aunque esta vez secundado por una fuerte presencia de la comedia.

Con un reparto donde nos encontramos a las “celebrities” Carlos Areces y Raúl Cimas (con ambos, entre otros, facturó el sugestivo y atractivo sketch Back to the future IV para Muchachada Nui, otra aproximación a la comedia Sci-Fi), y comandado por Michelle Jenner y Julián Villagrán, Vigalondo, con el telón de fondo de una invasión alienígena en Madrid —prácticamente invisible—, escribe y dirige un título donde el humor, el amor y los desencuentros eclipsan por completo al fantástico, convirtiéndose Extraterrestre en algo aparatoso y sin apenas gracia en sus noventa minutos de duración. Un metraje que se desarrolla, prácticamente en su totalidad, en el hogar de Michelle. Apoyada en débiles escenarios exteriores, chistes de guardería y todo intercalado con un siempre animado Areces y un Cimas muy desfasado, la propuesta, algo endeble, necesita de un público rendido para su funcionamiento siempre y cuando no exija y/o quiera un tono sobrenatural en la historia. En definitiva un título de guerrilla, pura transición, de un realizador que puede aportar más al panorama, ¡estoy seguro!, en futuros proyectos cinematográficos.

jueves, 15 de marzo de 2012

THE DEVIL INSIDE (2012). WILLIAN BRENT BELL

Dos largos años ha tardado en estrenarse la nueva película de W. Brent Bell, director de la lejana Stay alive (2006). Ofrecida, sin mucho éxito, a diferentes festivales, y tras pasearse por mercados y distribuidoras, finalmente ha sido Paramount Pictures la compañía en adquirir el film. Algo que a priori, dicha tardanza en su venta, no es buena señal...
The devil inside, enmarcada en la corriente found footage, podríamos desglosarla en tres actos, similar a una obra de teatro. Sus —excesivos— noventa minutos de duración se resumen de esta manera: trescientos segundos iniciales sobrecogedores; cuarenta minutos posteriores densos y agónicos; y un resto de metraje que fluctúa entre el horror, el aburrimiento y la palabrería. Y es que la historia de Isabella (Fernanda Andrade), una joven que decide viajar a Italia en busca de la verdad acerca del trastorno psicológico de su madre, bien podría haberse desarrollado de forma más enérgica e inteligente.

Cuando acentúo los primeros cinco minutos de la cinta es debido a la huella que deja el horror al que asistimos inicialmente: la entrada a un hogar estadounidense, repleto de cadáveres fracturados, de un equipo de cámaras con la policía encargados de filmar el rastro de una macabro y sanguinario exorcismo. Cafre y despiadado a la par que formidable.
El metraje subsiguiente, con nuestra protagonista preparando su viaje a Italia, llegada y adaptación al país europeo, es torpe, pausado y sin carisma. El título, a medida que avanza, lastrado por sus débiles interpretaciones, va cayendo por su propio peso hasta finalizar con una serie de diabólicos ataques, levitaciones, visitas a templos, rezos y posesiones envuelto en más verborrea y desgana.
Con buenas intenciones y premisa, además de un sofisticado aparato para exorcizar (ya le hubiese gustado al Padre Karras contar con él), la aleación de thriller terrorífico y falso documental asociado al mal jamás funciona en The devil inside. Carente de suspense y de trama insostenible lo mejor de la cinta lo encontramos en una joven poseída capaz de contorsionarse hasta extremos insospechados y que el film se desarrolle en Italia, país católico y sagrado y, a su vez, un manantial de cine satánico.

martes, 13 de marzo de 2012

[REC]3: GÉNESIS (2012). PACO PLAZA

Cuando empecé a escuchar los primeros rumores acerca de nuevas entregas de la franquicia [REC], en concreto [REC]3: Génesis y [REC]4: Apocalipsis, me hizo una ilusión especial por diversos motivos, entre ellos, el poder continuar disfrutando de una saga, la primera enumerada en nuestro país en cuanto a cine de terror se refiere, la mar de excitante e intensa.
Las primeras noticias ya apuntaban a que Paco Plaza y Jaume Balagueró se iban a separar, tras codirigir las dos primeras entregas, debido a diferentes compromisos profesionales. Algo que, directamente, abría otra ruta en la saga: podía empezar a imperar un nuevo estilo. Así que Paco y Luiso Berdejo emprendían la tarea de trazar las futuras líneas de [REC]. Mientras tanto, el resto de los mortales, iniciábamos nuestras cábalas a raíz de como podían afrontar el Génesis: ¿Se centrará en la figura de la niña Medeiros? ¿Se trasladará la historia a Portugal para descubrirnos el epicentro de todo? ¿Será esa extraña unión de infectados/poseídos la trama central? Las preguntas surgían a toda velocidad…
Tras empezar a recopilar información, quizás demasiada si tenemos en cuenta que las dos primeras entregas se llevaron a cabo en un silencio absoluto, [REC]3 Génesis empezaba a coger forma. Únicamente era cuestión de tiempo…

El film, centrado en la boda y convite de Clara (Leticia Dolera) y Koldo (Diego Martín), nos sumerge en una especie de Dragon Khan del que uno no quiere bajar: Acción trepidante, terror demoníaco, aventuras desenfadadas, magníficos infectados, humor la mar de efectivo, gore sin concesiones y todo envuelto en una música inmortal: Tino Casal, Australian Blonde y el mega-hit “Gavilán o paloma”. MONUMENTAL.
Apoyada en una espléndida y sanguinaria heroína, llena de talante, rabia y objetivos, el realizador valenciano se desenvuelve de forma dinámica; algo que prevalece durante toda la cinta hasta arrastrarnos a un desenlace del que Antonio Margheriti se sentiría satisfecho.
En una maniobra audaz, y renovadora, quiebra cierta identidad de la saga, sin huir por completo de pautas cinematográficas convertidas en señas, para ofrecernos un título que no dejará indiferente a nadie ya que a buen seguro, algunos, echarán en falta cierta materia olvidada, mientras que otros disfrutarán como si de una atracción se tratara repleta de guiños transitorios que van desde Peter Jackson a Sam Raimi pasando por el añorado Luis García Berlanga.