miércoles, 19 de febrero de 2020

Zé Do Caixão / José Mojica Marins (1936-2020)

Entrevista con José Mojica Marins publicada en El Buque Maldito #21 (junio, 2014).

Siendo la persona que instauró el cine de terror en Brasil hace 50 años ¿cómo ves en la actualidad el género fantástico y de terror en tu país?
Por desgracia, las películas de terror de hoy en día tienen poco de terror. Son más bien de "terrir", como dicen por aquí: buen humor, bromas… digamos que se ha perdido el respeto al cine de terror. Cuando los guionistas y los directores están más preocupados por hacer reír en vez de aterrorizar al espectador se pierde mucho. Aun así, en los últimos años han surgido realizadores en Brasil que les importa el verdadero cine de terror y están dando pasos importantes para recuperar el terror de antaño.

Supongo que te refieres a realizadores, comprometidos con el género, como Petter Baiestorf, Denninson Ramalho o Rodrigo Aragão.
¡Exactamente! Acabas de mencionar a una generación que respeta el cine de terror. Es gente que disfruta de la mística del cine y, cada uno a su manera, busca la originalidad. Además de los citados añadiría a Liz Marins. Con su personaje LizVamp ha creado un vampiro diferente, con una filosofía y un carácter especial, al igual que yo hice con Zé do Caixão. Aunque debo reconocer que los vampiros no son mi fuerte. Dentro de mi familia es la que se dedica exclusivamente al arte. Además, ha creado una historia donde Zé do Caixão y LizVamp son padre e hija, como en la vida real, y creo que es la primera vez que sucede algo similar en la historia del cine, probablemente la primera vez...

Denninson Ramalho, por ejemplo, estuvo trabajando en tu última película hasta la fecha, Encarnação do Demônio (2008), como guionista y ayudante de dirección. ¿Has tenido oportunidad de ver su perturbador cortometraje Ninjas (2010)?
He visto una parte, pero no entero. El día que asistí a su proyección, por desgracia, estaba con otras personas que me reclamaron por diversas cuestiones y tuve que abandonar la sala. Pero estoy esperando una nueva oportunidad de ver el cortometraje entero y espero que sea junto a él, así luego podremos comentar su trabajo.

En cuanto a Petter Baiestorf y Rodrigo Aragão, ¿qué te han parecido sus últimas películas, Zombio 2: Chimarrão zombies (2013) y Mar negro (2013), respectivamente?
Como te comentaba anteriormente, están creando su camino. Hay cosas de sus películas que me gustan, y otras no tanto, pero es una cuestión de gustos, no de dirección o de cómo trabajan. Y en líneas generales, son representantes legítimos del cine brasileño, los pocos dentro del género de terror, y eso es lo que importa.

Justamente al lado de ambos estás trabajando en la película colectiva As fábulas negras, proyecto creado por Rodrigo Aragão y que consta de cuatro capítulos. ¿Qué te ha parecido dicho proyecto y que te ha animado a involucrarte en él?
Hablábamos de nuestro amor por el cine de terror, por nuestras leyendas, nuestra gente, y la admiración que tenían ellos por Zé do Caixão. Ahí estuvo el impulso a la hora de participar. Creo que va a ser un proyecto muy exitoso y será bien recibido en todo el mundo. Brasil está creciendo en muchos sentidos y los estadounidenses quieren saber qué hacemos y cómo somos ya que no estamos imitando a las propuestas que llegan desde Hollywood, Europa o de cualquier otro lugar. Nosotros estamos tratando de realizar nuestro cine, de mostrar la verdadera cara de Brasil dentro del cine de terror.
    
Tu capítulo, que llevará por título O saci, ¿de qué trata? ¿Es un guion escrito por ti?
Está basado en una leyenda brasileña. Una historia que, generalmente, se usa para asustar a los niños, pero ahora también va a asustar a los adultos. El guion está escrito por mí. Tuve total libertad para su escritura y cuando lo presenté a todo el mundo le gustó.

Creo que el rodaje ya está finalizado.
Sí. Se rodó el pasado mes de marzo.

¿Qué sucedió con tu trabajo en otro film colectivo llamado The profane exhibit? Ibas a dirigir un capítulo llamado Viral.
Fue muy complicado. Su productor sólo consiguió una parte del dinero, incluso no pudo cubrir algunas cosas que ya estaban reservadas para el rodaje conllevando algunas pérdidas económicas para nosotros. Paulo Duarte, escritor y productor, tuvo que pagar dichas reservas. Finalmente la película no se hizo. Y dichos problemas me afectaron ya que perdí otros trabajos por dar prioridad a The profane exhibit. E incluso estuvimos esperando que llegara una parte de la financiación para que Paulo Duarte cobrara el dinero que había puesto de su bolsillo. Tras decenas de correos electrónicos que mi hijo mandó, ya que es mi representante internacional, al final nada de nada. Nos tuvimos que rendir y Pablo perdió su dinero.

En la actualidad, el editor del magazine estadounidense UltraViolent Scott Gabey continúa trabajando en un libro sobre tu vida y obra. ¿Cómo está actualmente dicho proyecto?
Scott va avanzando, continúa escribiendo. Estuvo en Brasil la última vez hace dos años, entrevistándome, buscando datos e información sobre mí, etcétera. Mi hijo Crounel se comunica con él por e-mail y le vamos ayudando. Espero que salga pronto.

¿Será un libro similar o más ampliado que Maldito, a vida o cinema de José Mojica Marins, o Zé Do Caixão? Un libro sobre tu figura escrito por André Barcinski e Ivan Finotti en el año 1998.
Estoy seguro que será un libro más amplio que el de André Barcinski e Ivan Finotti. Desde su publicación, hace ahora dieciséis años, han pasado muchas más cosas. Mis películas, en estos últimos años, se han dado más a conocer fuera de Brasil; he realizado nuevos proyectos, como el programa de entrevistas que tengo en el Canal de Brasil; terminé mi trilogía en el 2006 con la realización de Encarnação do Demônio. ¡Hasta he cambiado de novia!

En éste 2014 se cumple el 50 aniversario de uno de tus films más emblemáticos y de culto a nivel mundial, À meia-noite levarei sua alma (1964), dirigido e interpretado por ti. ¿Cómo te involucras en aquel momento en una película de terror cuando provenías de haber debutado como director de largometrajes con el western A sina do aventureiro (1958) y el drama Meu destino em tuas mãos (1963)?
Yo quería hacer algo diferente, algo que nunca se hubiera hecho antes en Brasil. Entonces tuve una pesadilla en la que era arrastrado hasta mi propia tumba. Fue la inspiración que necesitaba para empezar a pensar en la película y dar forma al personaje de Zé do Caixão. En aquellos años era difícil convencer a la gente de que era posible hacer películas de terror en Brasil, así que terminé haciendo yo mismo el personaje ya que, ningún actor, por diversos motivos aceptó recrear el personaje de Zé do Caixão. Sigo pensando que por miedo a ser ridiculizados.

Así que decides ser tú mismo el protagonista de la cinta bajo el siniestro personaje de Zé Do Caixão, un hombre temido, de aspecto fúnebre, y en la actualidad de culto a nivel mundial.
Así es. Llegaba el día de empezar a rodar y no tenía al actor para el papel. Además, en aquel momento y por alguna extraña razón me había dejado crecer alguna uña más de lo normal. Así que a última hora decidí incorporar ésta característica al personaje y sacar yo mismo adelante el proyecto.

¿De dónde provenía tu afición por el cine de terror y cuales eran tus influencias en aquel momento?
Mis padres eran gerentes de un cine y vivían en la sala del cine. Desde muy pequeño veía películas de terror que estaban prohibidas para los niños, quedé impresionado con ellas. Entre los actores favoritos que tenía estaban Bela Lugosi y Boris Karloff. La torre de Londres es una de aquellas películas inolvidables para mí. Sin olvidar a Hitchcock, por supuesto. Fuera del cine de terror, los ojos tristes de Charles Chaplin me marcaron y en mis películas siempre utilizo detalles de la expresión de los ojos.

¿Qué impulsos tenías en aquellos años para tratar de una forma tan radical temas como el significado de la vida, la existencia del ser humano o la vida a través de la sangre? Temas que citas durante la película.
Mis pensamientos, eso es todo. Mi mente estaba repleta de dibujos relacionados con temas inusuales y creo que debido a la influencia del cine, que veía desde que era un niño, y los cómics, que siempre he coleccionado. Yo no estudié cine, era algo para los más ricos, y todo surgía de mi cabeza. Cosas que no podía explicar pero sí poner en la pantalla.

¿Fue difícil coordinar el trabajo de actor y director?
Lo llevaba haciendo desde la infancia, cuando mi padre me entregó mi primera cámara. Mucha gente del cine trabajaba de esta manera en aquella época ya que no había muchos especialistas y técnicos en Brasil. 

¿Cómo transcurrió el rodaje?
Mientras tenía dinero todo iba bien... los efectos eran innovadores y los resultados iban siendo buenos. Pero el final fue muy difícil. El último día de rodaje, con un cielo tapado y una escena en exteriores en un cementerio, los técnicos no querían filmar. Yo no podía permitirme otro día, así que tuve que sacar una pistola de verdad, pero sin balas, y amenazar a todo el mundo: o filmaban o empezaba a disparar, les dije. Aprovechamos el paso de un entierro, como si los asistentes fueran actores, llorando de verdad por la pérdida del difunto, y logré la secuencia que necesitaba. ¡Al final tuve mi película acabada! ¡La pelea con los exhibidores fue otra!
       
¿Cómo fue su estreno en Brasil? ¿Y las reacciones de público y crítica ante una cinta tan explícita? No creo que estuviesen acostumbrados a este tipo de películas…
Hubo la típica reacción de amor-odio. Mientras algunos críticos hablaron de ella como la obra de un loco y un pervertido, dichos comentarios llevaron al cine a mucha otra gente. Lo cierto es que las colas para ver la película eran monstruosas. Creo que una parte de su éxito fue causado por la controversia. Y en algunos estados de Brasil la película fue prohibida durante mucho tiempo, debido principalmente a la acción de la Iglesia

¿Había en aquel momento en Brasil instaurado algún tipo de censura que te diera problemas con la película?
Sí, había censura. Fue justo en el momento del inicio del régimen militar. Pero lo bueno es que Do Caixão no era visto como una amenaza política. Así que cortaron una escena y poco más, se pudo resolver bien la polémica con la censura. En la segunda película, Esta noite encarnarei no teu cadáver, tuve que cambiar el final. pide la cruz, como si aceptara a Jesús, pero en el guion original niega a Dios hasta el último momento. Finalmente fue corregido en 2006, cuando rodamos la tercera película de la trilogía. Mostramos a atacando al sacerdote con la cruz que había recibido entonces. Sí que tuve problemas muy serios con la censura cuando decidí hablar acerca de las drogas, en el año 1968. La censura fue más severa. No me percaté que delante tenía un régimen militar, el cual no admitía la cantidad de adictos a las drogas que existían en Brasil. Así que la película Ritual dos sádicos fue prohibida y hasta dos décadas después no logré liberarla de su “secuestro”. Finalmente se estrenó bajo el título O despertar da bestia.

¿Se está celebrando algún homenaje en Brasil con motivo del cincuenta aniversario de À meia-noite levarei sua alma?
Sí. Desde el año pasado la película está siendo muy solicitada. Además, hay planes para una gira especial por todo Brasil donde iré junto a mi hija y mi hijo. También se habla de una nueva versión de À meia-noite levarei sua alma, pero no he pensado mucho en ello, así que voy a esperar para ver si recibo una propuesta más concreta.
Diego L