La
Aventura, en su constante apoyo al género fantástico y de terror,
¡una acción muy loable y valiente por parte de Ferran
Herranz
y José
Tito!,
lanza en DVD el próximo miércoles 7 de enero el film Asmodexia
(2014),
debut en el largometraje del realizador catalán Marc
Carreté
(Barcelona, 1970) y que cuenta con Mike
Hostench,
subdirector del SITGES - Festival Internacional de Cinema Fantàstic
de Catalunya, en las funciones de coguionista.
La
cinta, adherida a las road
movie, o
walking
movie
como la denomina Carreté,
narra la historia de un abuelo (pastor evangelista) y su nieta en una contienda contra las fuerzas del Mal
y con la ciudad de Barcelona como telón de fondo; metrópoli que en
estos últimos tiempos
se ha convertido en plató improvisado de muchas producciones de cine
de terror: REC
(Paco
Plaza &
Jaume Balagueró,
2007), Los
últimos días
(Álex
Pastor &
David
Pastor,
2012), Hooked
up (Pablo
Larcuen,
2013), e incluso la coproducción entre EE.UU. y Canadá Afflicted
(Clif
Prowse &
Derek Lee,
2013), donde su tramo inicial se desarrolla también en la Ciudad
Condal.
De
título enigmático, y
donde
posesiones, exorcismos y rituales confluyen en su entramado, llega al
sistema doméstico un largometraje que durante el pasado año ha sido
programado en diversos festivales de género fantástico y de terror
a nivel mundial, ganando el premio a mejor película en Fantaspoa
2014 (Brasil) o una mención especial del jurado en Grossmann 2014
(Eslovenia). La edición en DVD, tras su estreno limitado en diversas
salas de nuestro país, contiene
además
en el apartado de extras los cortometrajes de Carreté
Mal
cuerpo
(2011) y Castidermia
(2012),
éste último codirigido junto a Xavi
Garriga.
La
entrevista que vais a leer a continuación fue publicada en la web de
Fangoria el 11 de octubre de 2013 (inédita hasta el momento en
nuestro país) con motivo del rodaje del film en el
Parc Audiovisual de Catalunya (Terrassa) durante el verano de aquel
mismo año.
¿Qué
es Asmodexia?
Yo
tengo esa virtud o defecto, no lo sé, de mezclar palabras para sacar
patologías, así que estamos en esa tesitura. Yo creo que ahora la
gente debería sacar el resto. Sumando un par de palabras creo que el
lector podrá descubrir cosas…
Tenemos
la ciudad de Barcelona como epicentro de unos acontecimientos donde
los protagonistas, un abuelo y su nieta, deben enfrentarse al Mal.
Efectivamente.
Es una road
movie,
aunque los protagonistas van a pie, pero es verdad que hacen un
itinerario hasta llegar a Barcelona donde el camino, debido al
encuentro con diversas personas, tiene mucha importancia.
En
dicho camino hallarán a una serie de personajes a la vez que ocurren
una serie de sucesos.
Veremos
a una niña o adolescente ejecutar exorcismos a consecuencia de las
enseñanzas de su abuelo, que trata de transmitir el oficio de
exorcista a la nieta.
Está
claro entonces, con estas pautas, al enemigo que deben enfrentarse
abuelo y nieta.
Como
todas las películas de exorcismos nos hablan de esta eterna batalla
entre el Bien el Mal; el Diablo y Dios; estamos un poco jugando a un
tira y afloja con estos dos poderes.
Ya que te mueves en una historia de exorcismos donde prevalece la figura del Mal,
¿te adentras en el found
footage? Terreno
muy en
boga en estos
últimos tiempos cuando hablamos de films
de
tendencia demoníaca...
No
va a ver found
footage.
No tengo nada en contra del found
footage,
me funciona muy bien cuando me lo enseñan, pero en esta película no
lo hay.
¿Qué
tal el trabajo con los actores? Comentabas durante la visita al set
de rodaje que estaba siendo duro.
De
entrada decir que tenemos un reparto de lujo con actores y actrices
como Lluís Marco, Claudio Pons, Irene Montalà, Marta Belmonte o
Mireia Ros, ésta última, a su vez, directora de cine. Un reparto
del que estoy muy contento.
Efectivamente,
el trabajo es muy físico, tenemos secuencias donde hay rituales,
forcejeos, en las cuales se produce un poco de violencia. Aunque sólo
las interpretamos siempre es un desgaste y un pequeño riesgo para
los actores. Antes de ayer Patricia Mendoza, una de las actrices, se
rompió un dedo del pie.
Pero
la pasión y la entrega que ponen todos los actores es un regalo que
me brindan, aunque comporta estos pequeños riesgos.
El
trabajo de actor requiere un esfuerzo psicológico de por sí ya que
tiene que ir cambiando de personalidad, y aquí todas las
personalidades arrastran traumas de infancia y juventud. La mayoría
de los casos relacionados con temas espirituales y de creencias
religiosas.
¿Fue
complejo el casting hasta llegar a estos actores?
Fue
largo y difícil. La figura del director de casting ha sido muy
importante.
Encontramos
a unos actores muy receptivos. Y el guión ha gustado mucho a todos
ellos. El ambiente de trabajo está siendo muy agradable y de plena
entrega.
¿Qué
tal con Mireia Ros, una figura importante dentro del cine
en Cataluña?
Es
una colaboración de la que estoy muy contento e interpreta a un
personaje de la edad del protagonista, Lluís Marcos, que, de alguna
forma, recupera con ella parte de su pasado. Forma parte de su
entorno y es un personaje oscuro y siniestro.
En
una secuencia con ella el otro día la sometíamos a un éxtasis
espiritual y quedó muy salvaje, estaba pletórica.
Retomando
la ciudad de Barcelona, ¿vais más allá de esta localización?
Es
Barcelona por un hecho muy justificado que mucho tiene que ver con el
guión y con la razón de ser de la película, lógicamente ahora no
lo puedo contar ya que es el desenlace final. Y no podría ser en
otra ciudad, tiene que ser Barcelona.
Aunque
no paseamos mucho por la ciudad, el desenlace, el final del trayecto
de este itinerario, es Barcelona.
¿Qué
otras localizaciones habéis tenido?
Hemos
rodado también en un pueblo que se llama Mura y en algunos espacios
fascinantes y siniestros entre las ciudades de Terrassa y Martorell.
Se
han cuidado mucho las localizaciones para tener espacios sugerentes
donde transcurre la acción.
También
han paseado los protagonistas por el Parc Agrari del Baix Llobregat
donde por un momento parecía que estábamos en el Mississipi.
¿Una
labor compleja las localizaciones?
Las
localizaciones las empezamos a trabajar, Xavi Garriga y yo, meses
antes del rodaje. Nos dábamos paseos buscando estos espacios ya que
iban a ser de vital importancia en la película. Queríamos incluso
rodar en el Seminari Conciliar de Barcelona, coger una imagen
exterior, pero con la iglesia topamos y no pudimos rodar. Tuvimos que
hacer un cambio y ya está.
¿Cómo
está transcurriendo el rodaje en el Parc Audiovisual de Catalunya,
anteriormente el Hospital del Tórax? Un lugar repleto de un aura
misteriosa y punto neurálgico para los amantes de las ciencias
ocultas y la parapsicología.
El
primer día que empezamos a rodar fue en la parte subterránea del
Tórax y la cámara, allí abajo, no funcionaba; tampoco la segunda
unidad que llevábamos. Chequeábamos la cámara fuera, entrábamos,
y no funcionaba. Salíamos y sí que funcionaba. Volvíamos a entrar
y tampoco funcionaba. Decidimos cambiar el cuerpo de cámara y
sucedía lo mismo.
Al
final la pusimos en marcha fuera y entramos con ella grabando.
El
primer maleficio del rodaje.
¿Habéis
tenido más casos de experiencias paranormales?
La
verdad es que no, pero cualquier cosa que pasa ahora le buscas la
relación ya que el lugar es siniestro y fascinante.
Cuando
el año pasado rodamos aquí el cortometraje Castidermia
ya me fascinó.
Al
margen de estas anécdotas, supongo que estar rodando allí, con
todas las producciones que se han llevado a cabo y los realizadores
que han trabajo en ese marco tan escalofriante, Jaume Balagueró,
Paco Plaza o Eugenio Mira, deber ser toda una experiencia
satisfactoria.
Estoy
encantado de poder trabajar en este espacio de forma profesional con
mi primer largometraje. El otro día, por ejemplo, coincidía con
Balagueró, nosotros entrábamos y ellos estaban ya en el último día
de rodaje de REC
4.
Eugenio
Mira rodó aquí también parte de Agnosia.
Y el año pasado, rodando nosotros Castidermia,
él estaba rodando Grand
Piano.
Parte
de nuestro equipo ha estado también en estas producciones. La verdad
que estoy encantado de poder ser parte de este grupo. Me siento un
privilegiado e intento disfrutarlo.
Hemos
podido ver en el set de rodaje al equipo de Ugamuri FX, que ya se
encargaron de la confección de los efectos especiales de maquillaje
de tus dos anteriores cortometrajes. ¿Vuelves a contar con el mismo
equipo de tus anteriores propuestas?
He
respetado mucho a la gente que ha estado anteriormente conmigo.
Mónica
(Ugamuri FX) ha estado desde el principio, y continuará.
Llorenç
Mas, el director de arte, o Xavi Garriga, el director de fotografía
y una figura muy importante dentro de la película, al igual que
otras personas del departamento técnico, vuelven a estar a mi lado.
Deduzco
entonces que estamos ante un grupo reducido pero compacto e
implicado.
Exactamente,
estamos un poco en familia. Es un equipo de 35-40 personas.
Tratándose de un largometraje es un equipo reducido, pero compacto y
muy bien avenido. Algo que hace que cada día cumplamos con los
objetivos de planificación, y que las secuencias y planos luzcan.
¿Qué
películas han podido servirte de referencia a la hora de
confeccionar Asmodexia?
Mis
referentes son indiscutiblemente las películas que vi en mi etapa de
juventud y adolescencia, son las que han dejado más huella. El
exorcista
o La
semilla del Diablo
podrían ser dos claros ejemplos. Y luego películas más
comerciales, films de Wes Craven o John Carpenter, películas
que
me han marcado.
Tras
dos cortometrajes, Mal
cuerpo
y Castidermia,
¿qué tal el salto al largometraje?
Al
principio ha sido un poco de shock… Rodar un cortometraje es un
ejercicio entre amigos, aunque le dediques muchas horas, y el
largometraje implica un alto grado de exigencia muy superior al
cortometraje.
Formalizar
muchos objetivos diarios y semanales es una de las máximas pautas,
normativas que los miembros del equipo tenemos que respetar.
Un
orden establecido que al principio cuesta adaptarse a él.
La
película está escrita por ti junto a Mike Hostench, subdirector del
SITGES - Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya.
¿Cómo ha sido el trabajo en conjunto?
Yo
tenía una buena idea original. La compartí con Mike, quizás, una
de las personas que más guiones de género de terror ha leído en el
planeta. La idea le gustó y escribimos el guión conjuntamente, nos
pusimos a trabajar. Escribíamos los dos, poníamos ambos los textos
en común, y comentábamos todos los puntos, pero el peso de Mike en
la factura final del guión es muy importante. Es indiscutible que la
mano de Mike está muy presente. Un placer haber trabajo con él. Y
muy contento con el resultado final.
En
2012, dentro de la sección Sitges Coming Soon, vimo un avance de una
serie relacionada con fenómenos paranormales que ibas a dirigir. ¿En
qué estado se encuentra dicho proyecto?
Cierto.
Se llama Sheol,
la región de los muertos.
Es un proyecto que he escrito y desarrollado con Xavi Garriga y
esperamos poder recuperar más adelante, una vez finalizada la
película. Un proyecto muy interesante y en el que hemos trabajado
mucho.
¿Quizás
alguna de esas historias tiene relación con Asmodexia?
No.
La historia de la película es algo completamente independiente.
Para
Ms Entertainment, la productora de Asmodexia,
es también su debut en el mundo del cine. ¿Fueron complicadas las
negociaciones para que financiaran un título de terror?
Con
Emili Pons, el presidente de Ms Entertaiment, hablábamos de arrancar
un proyecto basado en la ilusión, de hacer algo juntos, y de tratar
de hacer cine de una forma distinta o viable. Luego llegó la idea de
escribir un guión junto a Mike.
Una
vez terminado fue testeado por parte de diversos expertos nacionales
e internacionales, con unos datos muy positivos, algo vital para los
productores.
También
me consta que Ms Entertainment encargó un estudio de mercado sobre
el cine de terror. La jugada por parte de la productora está muy
estudiada, pero el riesgo en estos tiempos es evidente, y más siendo
un debut en el largometraje. Está siendo un trabajo muy profesional
de la productora y además un proyecto a medio y largo plazo y con
Asmodexia
como primera producción. En estos momentos ya tienen otros guiones
sobre la mesa que están estudiando.
Exactamente.
Es un proyecto con continuidad, con la filosofía de producir
contenidos de medio y bajo coste, pero con un estándar de calidad
alto, y contenidos de terror en forma de película o serie. Distintos
formatos, pero siempre en esta vía.
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